Saturday, January 28, 2017

Samantha

No digo que no tengan que sacarse los trapos sucios de dictadores, reyes injertados por dictadores o presidentes que no fueron tan cool como se vendieron; fijaros que trapos sucios son los ligues que tuvieron, algo tan inocente (y vejatorio para las mujeres, como siempre), comparado con las muertes o torturas que firmaron, ordenaron o permitieron.

Que no podamos condenar el pasado es sin duda una mordaza, y condenar a tuiteros (aunque, "mare meva! Verge santa! Els pits de la Samantha!" ¿Dónde quedó la poesía?) por chorradas, ES TOTALITARIO. Por muy chorras que pueda parecer un concepto tan viejo, tan entrados en cómo vamos a mantener a la especie (y toda la inteligencia, ciencia, belleza en ella), ante el derrumbre que tantos intentan disfrazar.

Totalitarismo, damas y caballeros. 

Y fascismo. Sí, digamos a las cosas por su nombre. Fascistas son los que no permiten votar, o trampean los votos, o los domestican. O los que no permiten la libre expresión. Tal cual. Lo siento por Bimba los y los comentarios desafortunados, como tantos otros comentarios desafortunados. ¿Pero acaso alguien me indemniza por el mal gusto absoluto y constante que tengo que soportar en los medios de comunicación, en el arte, en el bar?

The race is long.

Ahora que los comentarios son globales ¿Dónde ponemos la frontera? ¿Quién la decide?

El fascismo es la antítesis de la democracia, aunque parece que hay una muy evidente campaña en contra de la democracia. En plan, ey, ¿no has visto que parece que una gran parte de la población mundial ya no cree en la democracia? Y saben aquel que diu, "fue ella quien los provocó, ¡A los cinco!".

Give me a break!

Que estemos siempre posteando selfies idiotas en las redes no significa que no tengamos una idea de futuro.

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