Monday, November 14, 2011

India


De mí, un 70% desea una vida cómoda, en la que se incluya el desarrollo de mis capacidades intelectuales y artísticas, me cuenta Molly, pero el otro 30% me exije aventura y no me deja vivir.

La vida se desliza rápido, todas mis amigas tienen hijos (yo no, le recuerdo y le recuerdo las amigas que tampoco los tienen) y al final, ¿por qué no? Nunca voy a escribir una novela, llego a casa exhausta después del trabajo, hambrienta, con frío, pongo la radio, me sirvo una copa de vino y a cocinar. ¿Qué queda? La cena, si acaso un polvo suplicado y a dormir, que mañana hay que madrugar.

Pero pierdes las cosas de perspectiva, le digo. Tienes tu casa, tu vida, eres libre y nada de lo básico te falta. No tienes que ir a por agua por caminos cochambrosos en los que varios hombres te violarán y quizás nunca regresas viva con el cántaro para tu familia.

Vale, ahora estoy deprimida, dice.

Bueno, no sé… Si crees que ir a India te va ayudar…

¡Me siento sola!

Pero, Molly, siempre lo vas a estar. Todos estamos solos.

Creí que Claudia jamás se quedaría embarazada.

Mol, no puedes hacer tu vida en función de lo que tus amigas y amigos están haciendo. Todos debemos seguir nuestro camino.

Pero ¿Qué es un camino? ¿Cómo no distraerse con atajos y senderos? ¡Cómo pensar que nuestra vida es lineal y lleva a un objetivo! Tía, ¡me aburro tanto!



2 comments:

  1. Yo también pienso que no hay camino; únicamente la necesidad de narrarnos nos impulsa a inventarnos un argumento. Planteamiento, nudo, desenlace y todo eso tan remanido. Pero camino... No, no creo que haya. Y basta. Que cuando me pongo filosófico ni yo me aguanto.

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  2. Bueno, yo creo en aquello de "se hace camino al andar", y no me suena remanido, me suena real.

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